El primer paso para maximizar las modificaciones de LED es comprender el problema en profundidad.
Para entender tu problema debes hacerte preguntas como ¿Qué estás buscando? ¿Tu prioridad es el ahorro energético, o hay otros problemas que la nueva instalación debe solucionar también?

La Administración de Servicios Generales o conocida como GSA recomienda hacer preguntas para ayudar a definir sus necesidades:

¿El espacio ya está sobreiluminado?
¿Cuáles serán las necesidades de iluminación actuales y futuras?
¿Cuánto tiempo planea ocupar el espacio?
¿Quieres incorporar sensores en las luminarias?
¿Qué capacidades de control está buscando?

El siguiente paso es comprender los requisitos únicos de cada espacio. Cada espacio incluido en el proyecto de retrofit light tendrá sus propios requisitos según el tipo de trabajo realizado de antemano en ese espacio. Ser creativo con la infraestructura existente significa reconocer las luces ya existentes y encontrar las adecuadas para ese espacio en particular. Por último, es mejor planificar los reemplazos de antemano.
Independientemente de la vida útil nominal de la nueva iluminación, aún tendrá que reemplazarla en algún momento. La vida útil se refiere al tiempo que tardará la iluminación en degradarse en un 30 %, un nivel que los ocupantes del edificio pueden ni siquiera notar.